Según
consta en el Directorio Santoral Franciscano, el 10 de Julio, se
recuerda a 8 frailes franciscanos y 3 católicos maronitas seglares, de
la familia Masabki,- que fueron martirizados en Damasco en 1860.
El año 1860 es un período impreso en la mente de todos los cristianos y
no cristianos de Siria y del Líbano, pues en ella se perpetraron
crímenes que, si bien no son los únicos, fueron los más sangrientos de
los cometidos bajo el Imperio Otomano. Los cristianos en este tiempo,
una vez más, fueron el blanco del extremismo y de la impiedad. Muchos de
estos hombres fueron masacrados en Damasco y en el Líbano por los
agentes de la autoridad turca con el propósito de amedrentar a los
creyentes y subrogarlos al régimen imperante. Grupos de extremistas y
fundamentalistas religiosos recorrían las calles invadiendo las casas de
los cristianos para obligarles a renunciar a sus creencias y usurparles
sus bienes.
En la noche del 9 al 10 de Julio de 1860, llegó a su apogeo la matanza
de cristianos que los drusos y los turcos realizaron en toda Siria.
Damasco, sobre todo, fue testigo del asesinato de cientos de personas
víctimas del furor anticristiano.
Los tres hermanos Masabki, Francisco, Abdel Moti y Rafael, pertenecían a
una familia maronita muy conocida en Siria. Uno de ellos era profesor
en la Escuela de los Padres Franciscanos, los otros dos eran
comerciantes; habían acudido al convento en busca de asilo y protección.
Cuando oyeron arreciar los golpes en las puertas del Convento, se
reunieron en la iglesia haciendo oración para que Jesús no los
abandonara. El padre Manuel Ruiz,
superior de la comunidad, para evitar toda profanación protegió el
Santísimo Sacramento, porque los turcos invadían el sagrado recinto. “¡Hazte musulmán o mueres!” le dijo un soldado; y él respondió con fortaleza: “Mil veces antes la muerte”. Colocó su cabeza sobre el altar y se consumó el primer sacrificio.
Mientras los tres hermanos se encontraban rezando ante la imagen de la
Madre Dolorosa, uno de los jefes anarquistas preguntó por los Masabki.
Francisco se dio a conocer, inquiriendo qué querían de ellos. El jefe
insitó a que toda la familia Masabki abjurara de su fe y se convertirse
al islam. Frente a este planteo Francisco le contestó: “Señor hemos
nacido cristianos y queremos morir cristianos”, mirando a sus hermanos,
les alentó a no temer y a confesar su fe. Todos respondieron ratificando
su fe cristiana, afirmando que también deseaban morir en esa condición.
Inmediatamente se recrudeció la violencia y los tres hermanos fueron
brutalmente asesinados junto a los frailes franciscanos el 10 de Julio
de 1864. A todos ellos, once en total, los beatificó Pío XI el 10 de
octubre de 1926.
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