SAN NARCISO, OBISPO Y CONFESOR
Este santo nació por los últimos años del siglo I, y pasó su vida en el retiro, hasta que á la edad de ochenta años fué elegido y consagrado obispo de Jerusalén. La severidad de su conducta le acarreó, dice Eusebio, el odio de los malvados, que á fuerza de calumnias le obligaron á huir. El pueblo, no sabiendo el lugar de su retiro , colocó en su puesto á Dio, cuyo episcopado fué muy breve. Habiendo vuelto á aparecer Narciso, llenos de gozo sus hermanos, le inclinaron á que volviese a subir á la silla que había dejado, y al fin cedió. El año 190 asistió al concilio congregado en Cesárea con motivo de la celebración de la Pascua por Teófilo, obispo de la misma ciudad, y metropolitano de la Palestina. El mismo Eusebio cuenta una porción de ruidosos milagros obrados por el venerable anciano, que antes de morir elevó al sacerdocio al célebre Orígenes. El padre Le Quien dice que Narciso murió en Jerusalén el año 212, de edad de ciento y diez y seis años, recomendable por su exactitud y vigilancia en cumplir los deberes del ministerio apostólico.
Fuente: La leyenda de oro para cada día del
año; vidas de todos los santos que venera la Iglesia; obra que
comprende todo el Ribadeneira mejorado, las noticias del Croisset,
Butler, Godescard, etc
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