San José de Anchieta, Apóstol de Brasil
También llamado el Apóstol del Nuevo Mundo, José de Anchieta nació el 19 de marzo 1534 en San Cristóbal de La Laguna, Tenerife (Archipiélago de las Canarias). Comenzó sus estudios universitarios en Coimbra en el año 1548, y tres años más tarde entró en la Compañía de Jesús. Con tan sólo 19 años, se embarcó como misionero para Brasil, llegando a la Bahía de Todos os Santos, Salvador, el 13 de julio de 1553.
No se trata de narrar aquí la emocionante epopeya de este Santo misionero. Pero, entre las muchas hazañas de su vida, se destaca una: el 25 de enero de 1554, el joven jesuita fundó la villa en Piratininga, en el "Patio del Colegio", cuna de la capital del estado de San Pablo.
En homenaje a este gran héroe de la Fé católica, a quien todos los brasileiros tanto le deben, se reproducen a continuación algunas palabras del Profesor Plinio Corrêa de Oliveira, publicadas en “O Século”, do Rio de Janeiro, el 4 de Septiembre de1932.
No se trata de narrar aquí la emocionante epopeya de este Santo misionero. Pero, entre las muchas hazañas de su vida, se destaca una: el 25 de enero de 1554, el joven jesuita fundó la villa en Piratininga, en el "Patio del Colegio", cuna de la capital del estado de San Pablo.
En homenaje a este gran héroe de la Fé católica, a quien todos los brasileiros tanto le deben, se reproducen a continuación algunas palabras del Profesor Plinio Corrêa de Oliveira, publicadas en “O Século”, do Rio de Janeiro, el 4 de Septiembre de1932.
Anchieta primer brote de santidad de una gran nación
"Si pudiéramos usar una comparación profana, para darse una idea de la importancia de José de Anchieta en la historia, diríamos que fue a Brasil por lo que fue Esparta de Licurgo y Rómulo a Roma. Este es uno de esos héroes fabulosos que se encuentran en los orígenes de algunas nacionalidades, para levantar los primeros cimientos, construir los primeros edificios y organizar las primeras instituciones.Su figura, una rutilante belleza moral, se yergue en los comienzos de la nación brasileña, la construcción de su primer hospital , las primeras escuelas, y la literatura, confiándoles a las playas del océano, los primeros versos compuestos en las costas brasileñas.
El fundador de San. Pablo fue, por lo tanto, simultáneamente, nuestro primer maestro de escuela, el primer precursor de obras pías y el fundador de nuestra literatura, la figura más antigua de las letras brasileñas, como lo llama Silvio Romero.
Y en esta triple corona fulgura la diadema de una virtud que reproducen en las selvas brasileras los milagros del Poverello de Asís, quien, con su sola presencia amansaba a las fieras y atraía las aves, en las densas florestas de Umbría.
Todas las razones que nos llevan a creer que Dios escuchará las oraciones que se le son dirigidas por intermediación de Anchieta, facilitando de este modo la causa de su canonización, para erigir en los altares un gran santo, primer brote de santidad de una gran nación".
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Nota: * El decreto mencionado es agosto de 1736, cuando el Papa Clemente XII hizo la proclamación de las virtudes heroicas del Padre José de Anchieta. En junio de 1980 fué beatificado y recientemente canonizado.
Fuente: traducción del número de junio de 2003 de la Revista Catolicismo-Brasil-
Discurso pronunciado por Plinio Corrêa de Oliveira en la Asamblea Constituyente de 1934 en Brasil, durante el paso de los 400 años del nacimiento de Anchieta
En Brasil el 19 de marzo 1934, la Asamblea Constituyente estaba en pleno apogeo. Un diputado joven de 24 años, elegido por la Liga Electoral Católica, Plinio Corrêa de Oliveira solicitaba en el Plenario la votación de una moción especial en honor del Apóstol de Brasil. Ese mismo día, el líder católico por San Pablo dio un cálido discurso en alabanza de Anchieta, cuya transcripción en las actas -vol. 15, p. 516-519- de la Asamblea Nacional Constituyente, puede leerse en:
//www.abim.inf.br/anchieta-e-vulto-culminante-de-nossa-historia/#.U5UQN2MylcU
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